Regalemos a Duarte una Patria sin trabajo Infantil
Esta fotografía es en la Correa y Cidrón casi esquina
Abrahan Lincoln, eran alrededor de las nueve de la mañana. Es apenante,
aberrante, impresionante y más preocupante es que nadie se sorprende, el
vehículo está lleno de personas adultas que miran esta realidad como normal.
Aquí tenemos a un niño que tiene alrededor de 12 años trabajando de cobrador de
pasaje en una guagüita, se le están
vulnerando sus derechos humanos, en vez de estar en su casa disfrutando sus
vacaciones escolares (si es que estudia) está trabajando, vive en peligro
inminente cerca de la puerta de entrada de la guagua, sin cinturón de
seguridad, expuesto a herirse gravemente si el conductor tiene que frenar de
imprevisto.
El Senado pone mano dura y aumenta las penas a los delitos
de los menores que delinquen, en vez de fortalecer la protección de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes que tienen que trabajar. La
prevención es el mejor instrumento, y si
ha de ser duros al castigar debe ser contra el adulto, que en este caso permite
que el menor trabaje y más severos aun, con el adulto que manda al niño a
trabajar.
Esta situación deja una mar de cuestionantes, si esto sucede
a las 9:00 am, en una de las avenidas más importantes de nuestro país, ¿Qué no
pasará en los lugares más remotos de nuestra nación? ¿Dónde están los frutos de
las tantas ONGS que trabajan por los derechos del niño? ¿Dónde están sus
padres? ¿Se le puede llamar mamá o papá a alguien que expone a su hijo a
semejante peligro? ¿En el transcurso del largo recorrido de la guagua, porque
no es detenido el vehículo por Policías y oficiales de Amet?
Regalemos a Duarte en su bicentenario una Patria sin trabajo
infantil.
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